Siempre me siento feliz, ¿sabes por qué? Porque no quiero esperar nada de nadie, esperar siempre duele. Los problemas no son eternos, siempre tienen solución, lo único que no se resuelve es la muerte. La vida es corta, por eso ámala, se feliz y siempre sonríe, solo vive intensamente.- William Shakespeare

Quizás algún día, cuando no tengas con quien contar, cuando necesites un abrazo... quizás algún día que te rompan el corazón, quizás cuando te sientas realmente solo... te acuerdes de mí. Te acuerdes de mí, por acordarte de mí, como un recuerdo bonito que sale a flote después de tanta tormenta. Pero quizás, te acuerdes. Y con un poco de suerte, me lo hagas saber, y me digas que me echas de menos. No un "te echo de menos, vuelve conmigo", eso no, sino que simplemente un "te echo de menos"...





La vida es como una serie de televisión solo que con ochenta ónoventa temporadas. La gente va y viene según las temporadas. 
Hay veces que quizás el creador considera que la serie se está volviendo monótona o aburrida, y le da un giro de 180º. Quizás,hace que el protagonista tenga que cambiar de país, y conozca a toda gente nueva. Por eso es que en la vida no puede ir siempre todo bien, porque sino... "pierde audiencia".
 El  protagonista tiene que reír pero también llorar, enamorarse, pero también que le rompan el corazón. Y la gente irá y vendrá como meros personajes de ciencia ficción. Y algunas temporadas serán mejor que otras. 



A veces me quedo mirándolo sin que se de cuenta... cuando está ojeando un libro, o concentrado en la clase. Lo miro intentando quedarme con cada detalle de su cuerpo, con cada detalle de su ser. Lo miro y repaso por dentro todo lo que lo quiero, todo lo que hemos vivido juntos, todo lo que he llegado a sentir a su lado.Lo miro deseando que nunca se marche de mi lado. Lo miro y me imagino la misma situación solo que con nosotros de ancianos. Lo miro y creo en el amor eterno. Y a veces él, distraido, levanta la mirada y me ve observándolo. Me sonríe y me pregunta"¿qué pasa?". Y yo se lo resumo todo en un simple "no, nada..."



Algunas personas “aman demasiado”, a veces a tal punto que dan todo quedándose con una amarga sensación de vacío. El partenaire vendría a llenar ese agujero que tales personas sienten, pasando a ser imprescindibles. Con la presencia de ellos desaparecería la sensación de vacío, reemplazándose por una ilusión de completud. En estas parejas suele pasar que se borran las diferencias entre ambos, mimetizándose, comenzando a establecerse un vínculo donde cada uno tendría que colmar todas las necesidades y deseos del otro.El riego es que el otro se vuelva tan importante que no se pueda “vivir sin él o ella”, o mejor dicho, que su ausencia (aunque sea temporaria) produzca mucha angustia y sensación de abandono. Es común ver que en estas relaciones hay cierta dependencia precisando implementar distintas maneras para disimular la distancia, por ejemplo: llamarse varias veces al día, hacerse regalos (cartas, caramelos, detalles), hacer las mismas actividades, ¿compartir todo? o ¿imposibilidad de despegarse?
Esto que pareciera normal en una primera etapa del enamoramiento, puede volverse un problema en otros momentos de la relación. Pues con frecuencia aparecen los controles, las demandas excesivas de atención, los celos desmesurados, se cierra el círculo de amigos porque “como se aman deben” estar siempre juntos…Cada vez el vínculo se hace más simbiótico y la menor señal de autonomía se vivencia como una herida profunda y/o como un acto de desamor. Con el tiempo uno de los dos se convierte en el dador y el otro en el receptor; la pareja se torna despareja.En consecuencia, ambos se pierden la posibilidad de pedir, de extrañarse, se ser distintos, de ser uno mismo y de estar uno con el otro pero de verdad.
Me refiero a esto de “quisiera o me gustaría ir al cine con vos”, “tengo ganas de llamarte” y no “es obvio que al cine vamos juntos”, “es rutina que a tal hora nos llamemos por teléfono”. La mayoría de las veces estas órdenes no son verbalizadas pero implícitamente están, por eso que mencioné antes, si a uno de los dos se le ocurre ir solo al cine con amigos se interpreta como que algo anda mal en la pareja, dado lugar a las peleas, confusiones y demás menesteres.
En estas relaciones se pierde esto de ser dos individualidades compartiendo un mismo rumbo, se confunden, se fusionan y actúan como si fueran uno solo.




Te quiero sí... pero, ¿es eso suficiente?. Es hora de ser realistas, y la verdad es que tú y yo no nos parecemos en nada, y así es imposible. Sí, ya sé que está todo aquello de "los apuestos se atraen"... pero empiezo a pensar que si se atraen es para una aventura, pero no para algo durarero...









¿Y otra vez? ¿Otra vez tener que dejar TODO atrás para empezar completamente de cero? Ahora que por fin había encontrado a mi supuesta media naranja, que tenía a alguien con quien compartir todos mis momentos, con quien ser feliz... ¿también he de dejarlo atrás?
¿Que se supone que debo hacer? ¿Apretar bien fuerte los ojos y engañarme de que estoy bien? Porque lo cierto es que en menos de cinco minutos he llenado todo mi escritorio de pañuelos. Lo cierto es que tengo los ojos hinchados y me duele la cabeza de tanto pensar y tanto llorar. 



Impotencia. Eso es lo que ahora mismo siento ante esta vida, que me empuja a saltar sobre una fosa llena de alambres de púa. Sí, asi de trágico. Estoy en el borde de la tierra, apretando fuerte los dientes, llorando, con un nudo en la garganta, con el corazón destrozado, con la cabeza cansada... y el mundo atrás empujandome. ¿Y lo peor de todo? Que no tengo alas para salvarme.




 Me dices que no lucho... ¿que sabrás tú de luchar? Si a ti nada te ha costado, si nunca has tenido que mancharte las manos para conseguir algo. Yo sí que he luchado... y por eso sé reconocer una derrota, porque existen, ¿sabes?, no todo siempre sale bien. Y con el paso del tiempo he aprendido a aceptar las batallas perdidas y a seguir adelante... y tú no lo entiendes porque no sabes lo que es ser derrotado, porque eres tú (y no yo) quien nunca ha luchado.



He llegado a la conclusión de que lo principal en esta vida... es realizarse como persona. Yo me veo a mi misma y me veo estancada, sin florecer... y por eso sé, que necesito un cambio. Un cambio que supone muchos sacrificios... pero que sé que valdrá la pena. Sé que me cambiará totalmente. Sé que podré sentir que no estoy dejando pasar el tiempo sin hacer nada en esta vida que me llene.




 Sé que es imposible que a nadie le gusten las chicas tristes, que se sienten solas, insignificantes y tristes. Sé que a todo el mundo le agradan las chicas que llevan una sonrisa en la cara, que siempre te hacen reír y que están llenas de cariño. Pero a mí, a día de hoy, no me sale ser de esas chicas queridas, me sale ser del otro tipo, del que no se quiere. Y creo que el echo de entrar en esa tristeza, en la que me hace necesitar el tener a más gente apoyándome, animándome... me hace alejarme más. Me hace estar más sola. Quizás puede que dé miedo... quizás haya en mí demasiadas lágrimas e incluso, desprecio por todo lo que me sucede. No suelo ir de víctima. Y si veo que algo no me va bien, soy de las que ponen una sonrisa y dicen"no me pasa nada". Pero ya no puedo fingir más, ya no... las lágrimas desbordaron de mis ojos. La voz me tiembla. Y yo, me siento cada vez más pequeña...



¿Te das cuenta? La manera en la que se cruzaron nuestras vidas...
Podría haber habido miles de opciones para no encontrarnos nunca, miles de caminos que podríamos haber tomado y ahora ni tan siquiera nos conoceríamos.
Fue un placer, tengo que decirte. Un placer coincidir contigo. Un placer que Dios, el destino, la casualidad, o lo que sea que haya sido... nos haya hecho encontrarnos. Porque ha sido hermoso compartir tanto tiempo a tu lado. Ha sido más que hermoso he de decir, ha sido... increíble.
Y si ahora Dios, el destino, o lo que sea que tiene que ser, me aleja de ti... quiero que sepas que siempre te llevaré conmigo. Estarás en lo más profundo de mi corazón, ahí tu recuerdo latiendo siempre fuerte en mí, recordándome lo que fuimos, recordándome lo que me hiciste sentir, recordándome que estuve viva a tu lado.






 Y uno aprende después de un tiempo... uno aprende la sutil diferencia entresostener una mano y encadenar un alma. Y uno aprende que el amor no significa recostarse y una compañía no significa seguridad. Y uno empieza a aprender que los besos no son contratos y los regalos no son promesas.Y que uno empieza a aceptar sus derrotas con la cabeza alta y los ojos abiertos.
Y uno aprende a construir todos sus caminos en el hoy, porque el terreno del mañana es demasiado inseguro para planes, y los futuros tienen una forma de caerse en la mitad. Y después de un tiempo uno aprende que si es demasiado, hasta el calorcito del sol quema. Asi que uno planta su propio jardín y decora su propia alma, en lugar de esperar que alguien le traiga flores.
Y uno aprende que realmente puede aguantar, que uno realmente es fuerte, y que con cada adiós uno aprende...
(Jorge Luis Borges)




 Me busco pero no logro encontrarme. Me miro en el espejo y no soy yo esa muchacha que me devuelve la mirada, con ojos tristes, con el alma cansada. Yo no soy ella, yo era una chica luchadora, alegre... con valentía. Pero ya no me encuentro, siempre fui algo despistada, me habré perdido sin darme cuenta, estaré por algún rincón de mi cuarto debajo de un montón de ropa... o quizás, en una calle por allí tirada, que al salir a comprar me caí de mí misma y ahí quedé. La cosa es que ahora soy yo sin mí. Y lo cierto es que esto no me gusta nada, empiezo a detestarme, empiezo a desesperarme por no encontrarme. 




 Recién hoy me di cuenta que la vida sin retos... no es vida. Es divertido superarlos, es asombroso ver como se va madurando. Y hoy, después de todo lo ocurrido, me siento fuerte al fin. Sigo viva y lo más importante... con ganas de vivir.





Adiós, adiós, adiós... tantas despedidas siempre, y tan pocos reencuentros.
Es curioso, la gente se está yendo de nuestras vidas constantemente pero nunca pensamos en ello. Al terminar el colegio por ejemplo hay muchísimas personas a las que no se vuelven a ver, y sin embargo, el día antes de terminarlo no se los miraba distinto... supongo que una siempre piensa que quizás coincidan alguna vez por el barrio y sino por el centro y sino en algún otro lugar. Pero cuando hay que mudarse a kilómetros y kilómetros de distancia, se ve a las personas de distinta manera. "Ya no lo volveré a ver nunca más" pienso en el momento de decir adiós... y después de los dos besos, me giro y veo su espalda marchar. Y pienso en todo esto. En todas las despedidas dadas y en aquellas que no fueron dadas pero que también fueron despedidas...



 Me doy cuenta que estoy haciendo unas cuantas cosas mal en mi vida. La primera, es que me preocupo demasiado por todo. Y eso llega un momento en el que es un problema, porque intento planificar mi vida y cuando un detalle sale mal, me hundo y pienso que todo lo hice mal, o que todo fue en vano. Me rompo la cabeza intentando buscar nuevas soluciones y a veces, en cambio, hay que dejar que las cosas sucedan por sí solas...
Y la segunda, es que me preocupo tanto por las otras personas que a veces me olvido de mí misma. Es como si siempre estuviera intentando contentar a todo el mundo... que hasta puedo descubrirme haciendo cosas que no quería hacer o al revés. 
Me parece que es hora de acabar con todo eso. De ponerme a mí misma como prioridad de mi vida y dejar que ésta fluya por sí misma...




Hoy, después de meses sin recordarte, volví a soñar con vos. Y volví a sentirme como hacía tiempo que no me sentía, con esa felicidad que solo consigo estando a tu lado, con ese sentimiento de estar completa, de estar llena, de haber cumplido un sueño. Se estaba tan bien a tu lado... volví a oir tu voz, que casi estaba olvidando. Fue increíble, fue tan real. 
Y más tarde, desperté con el sonido del viento y la lluvia... y se apagó tu voz, se esfumó mi felicidad y volví a quedar con la sensación de tener un sueño sin cumplir.