Sé que es imposible que a nadie le gusten las chicas tristes, que se sienten solas, insignificantes y tristes. Sé que a todo el mundo le agradan las chicas que llevan una sonrisa en la cara, que siempre te hacen reír y que están llenas de cariño. Pero a mí, a día de hoy, no me sale ser de esas chicas queridas, me sale ser del otro tipo, del que no se quiere. Y creo que el echo de entrar en esa tristeza, en la que me hace necesitar el tener a más gente apoyándome, animándome... me hace alejarme más. Me hace estar más sola. Quizás puede que dé miedo... quizás haya en mí demasiadas lágrimas e incluso, desprecio por todo lo que me sucede. No suelo ir de víctima. Y si veo que algo no me va bien, soy de las que ponen una sonrisa y dicen"no me pasa nada". Pero ya no puedo fingir más, ya no... las lágrimas desbordaron de mis ojos. La voz me tiembla. Y yo, me siento cada vez más pequeña...