Me busco pero no logro encontrarme. Me miro en el espejo y no soy yo esa muchacha que me devuelve la mirada, con ojos tristes, con el alma cansada. Yo no soy ella, yo era una chica luchadora, alegre... con valentía. Pero ya no me encuentro, siempre fui algo despistada, me habré perdido sin darme cuenta, estaré por algún rincón de mi cuarto debajo de un montón de ropa... o quizás, en una calle por allí tirada, que al salir a comprar me caí de mí misma y ahí quedé. La cosa es que ahora soy yo sin mí. Y lo cierto es que esto no me gusta nada, empiezo a detestarme, empiezo a desesperarme por no encontrarme.