Adiós, adiós, adiós... tantas despedidas siempre, y tan pocos reencuentros.
Es curioso, la gente se está yendo de nuestras vidas constantemente pero nunca pensamos en ello. Al terminar el colegio por ejemplo hay muchísimas personas a las que no se vuelven a ver, y sin embargo, el día antes de terminarlo no se los miraba distinto... supongo que una siempre piensa que quizás coincidan alguna vez por el barrio y sino por el centro y sino en algún otro lugar. Pero cuando hay que mudarse a kilómetros y kilómetros de distancia, se ve a las personas de distinta manera. "Ya no lo volveré a ver nunca más" pienso en el momento de decir adiós... y después de los dos besos, me giro y veo su espalda marchar. Y pienso en todo esto. En todas las despedidas dadas y en aquellas que no fueron dadas pero que también fueron despedidas...