La verdad es que me cuesta hablar de ti. Te habré podido escribir más de mil versos, pero cuando lo quiero contar en voz alta, no me salen las palabras.
Si te digo la verdad, cuando me preguntan si alguna vez estuve enamorada respondo que no. La gente no ha sabido mirar más alla de mis ojos y ver que en mi corazón aun está escrito tu nombre. Fue todo tan estúpido lo que pasó entre nosotros, no supimos actuar... Sabes lo que daría por volver atrás y cambiarlo absolutamente todo? No te haces ni idea, tú nunca sentiste lo mismo que yo. Tú no sufriste pero me hiciste sufrir a mí.
Pero se acabó, tú decidiste poner un punto y final. De una manera estúpida e infantil, por cierto. Pero ahora te prometo que no te escribiré ningún otro texto. Prometo no volver a pensar en ti. Prometo no limitarme a decirlo, sino a hacerlo.